Laberintos

Por los rincones del sueño entraste en mi vida y ahora el laberinto que creaste está invadido en su salida. Déjame tenerte en este río, en esta nebulosa que provocas. Tus ojos cósmicos me llaman cual sonido de sirenas y tu pelo se entrelaza en mis sueños de cometa. Permite que mis esperanzas se recreen con tu belleza, que mis inmadureces sean halagos para tu astucia. Quiero deleitarme en tu perfume de ángel incorpóreo, para luego conocer tus demás secretos. Hay tanto por saber de tus detalles, seguro que esos ojos con asombro esconden algo. En tus ideales hay honestidad, mientras tu sobriedad es fuente de halago, de interés en tus ideas. Llámame a tu revolución de las naciones, yo intercambiaré mi amor en varias lenguas. Tu vida me llama y me llama; yo acudiré como sea.