La guerra del asfalto

Vivimos la guerra del asfalto de la ciudad más grande. Los humos que se inician en las primeras horas son el preludio de las emociones que a bordo de los "siniestros rodados" practicamos. Somos hormigas del presente, el trabajo interminable, la puntualidad que agota, el sueño escaso. Acudimos por puentes, pisos más amplios plenos de pasajeros, gente y tumultos. Petróleo que enciende los motores y asfixia la atmósfera. Climas que, como un despliegue, presentan nubes negras, rayos de sol, gotas ácidas o hielo ahumado.Valle gigante que se complica y aligera, que extorsiona o da esplendor. Al lado de las ruinas, el vehículo; encima de los montes, los caminos. Estatuas móviles perdidas en la consideración de que la vida corre y "aquí nos tocó vivir".
0 Comments:
Post a Comment
<< Home