Sobre el amor [Reloaded]: Poesía hecha vida

¿Qué dice la antropología, la psicología sobre el amor humano?
Quizá una de las formas de amor más extendidas en nuestra sociedad es el amor apasionado o enamoramiento. Las principales características definitorias de este tipo de amor serían:
Un estado cargado de emociones y excitación fisiológica: atracción, deseo sexual, celos, sentimientos negativos cuando el otro está ausente o no corresponde, excitación general.
Este estado emocional:
- Se ciñe fundamentalmente a todo aquéllo relacionado con la persona amada, pero no se queda ahí, sino que se extiende a casi todos los ámbitos de la vida cotidiana.
- Pensamientos característicos que consisten en pensar con mucha frecuencia en la persona amada, idealizarla y desear conocerla con profundidad.
- Cierto patrón de conductas: expresar verbalmente afecto, revelar aspectos íntimos, dar apoyo emocional y moral, hacer manifestaciones materiales, regalos, y aceptar los aspectos negativos de la otra persona.
No todos nuestros amores son pasiones desenfrenadas. Con frecuencia nos sentimos profundamente unidos a una persona, nos preocupamos por su felicidad y bienestar. Se trata de un proceso mutuo de apoyo social, comunicación y comprensión. En este amor compañero, la ternura, el afecto o la satisfacción, son emociones más comunes que las pasiones extremas. Este amor constituye la base de la mayoría de las relaciones duraderas. Este amor se da con posterioridad o simultáneamente al amor pasional, no son excluyentes. Julio González

¡Cuánta razón hay en estas palabras! Sin embargo, es una breve descripción que podemos captar con la simple experiencia de la vida. La razón ha dicatado estas características, ahora dejemos a la intuición (el ámbito de la vida, como diría Bergson) que explique el amor; esto es arduo.

En mi opinión, puedo decir que el amor es sublime: es una elevación suprema de las capacidades humanas. Si definimos a lo humano como la razón y los sentimientos, entonces el amor es su apogeo. Es un monumento a la humanidad de la persona. Porque el amor, como se cita arriba, es desinteresado y capaz de comunión total. Es plenitud en dos personas. Es un amor que, estando o no inmerso en la pasión, da todo, le interesa todo, le importa todo del otro. El egoísmo le es desconocido. Vive en el otro y en sí mismo. Es una cuestión que va más allá de la explicación. Ningún poeta llegará a su entendimiento total, pero creará monumentos a su magnificencia. Es una naturaleza (esencia como principio de operaciones), pues irrumpe en la estabilidad para lograr una excitación que motive a alcanzarlo.

Es poesía hecha vida.

La poesía es arte, el arte de amar (ars amandi) le es cosustancial. Amar es un deleite como el arte. No emplea palabras, ni sistemas, ni formalismos, ni semiótica. Pero ocupa esencias. Ocupa lo más profundo de los seres. Ocupa la materia prima del alma. Le importa lo inmarcesible como a las mejores obras de arte. Trasciende. Podrán pasar más de mil años, podrá caer el hielo, podrá acabar lo físico...el amor persiste. Es inagotable. Es una fuente; surtidor de vida eterna. Bien se dijo que Dios es amor; porque Dios es esterno; así es el amor. El amor no es meretriz. Es un sentimiento ajeno a los moralistas, a los que regulan, a los que determinan, a los que limitan. Es así como el poema: abierto a toda temática, a todo recurso; es más, viola los recursos y las reglas. Pero es también ajeno a la definición, ajeno al reduccionismo, ajeno al estúpido acorralamiento. Porque el amor vive por sí.

Omnia amor vincit!